Examinamos, a continuación, la vertiginosa historia de las luminosas trincheras de combate (LTC) de Sendero Luminoso (SL). El Frontón es el primer escenario de la conquista desde dentro de los penales peruanos. Ahí el concepto se probó y se desplegó por primera vez. Su destrucción, en junio de 1986, marcaría el paso a la fase siguiente de dicha historia. Animada por los sobrevivientes de la isla -portadores de la aureola de «heroicidad» que de su resistencia emanaba-, en el penal de Canto Grande, entre 1987 y 1992, la idea de las LTC alcanzaría su más depurada expresión. Sentían los senderistas, por aquel entonces, que tenían la victoria al alcance de la mano. En 1992, sin embargo, volvieron a pagar con sangre su singular audacia: una nueva masacre y un nuevo traslado. En el penal de máxima seguridad de Yanamayo, en las proximidades del lago Titicaca, la voluntad senderista sería puesta a prueba durante sus años de derrota militar, iniciados con la caída del líder en septiembre de 1992. La cárcel, a partir de entonces, devino un espacio fundamental en la lucha por la sobrevivencia del partido y en la búsqueda de un discurso «post-guerra popular», ad hoc para la era postfujimorista que hacia fines del 2000 se iniciaba.
La «cárcel senderista», en suma, vista como terreno de lucha de lo que Gustavo Gorriti denominó «la mayor insurrección en la historia del Perú». Vista, asimismo, como espacio de despliegue de la voluntad senderista; punto de llegada, a su vez, de una historia larga: la búsqueda secular del instrumento capaz de coadyuvar a la realización de la incumplida promesa de una tradición radical nacida en tiempos de la guerra con Chile. Un instrumento hecho de ideas y de voluntad, que permitiera lanzar la lucha por traerse abajo al Estado criollo -sucedáneo del colonialismo, soporte de la reproducción de la «feudalidad»-, desde el único lugar del que una ruptura tal podía proceder: la «milenaría» rebeldía de las «masas» rurales andinas.
De Juan Bustamante a Manuel González Prada y de éste a Luis de la Puente
Uceda, generación tras generación, muchos definieron su existencia en tomo
a dicha búsqueda. Una búsqueda que Abimael Guzmán llevaría a su punto
extremo en su personalizada versión de una «guerra popular» del campo a la
ciudad inspirada en la revolución china. Su explosiva propuesta, por lo tanto
-como diría el historiador Steve J. Stem-, nacía “desde dentro”) y “en contra” de la historia del Perú,5 como sus LTC “desde dentro” y “en contra” del Estado peruano: la prisión como una metáfora del país.
Author(s): José Luis Rénique
Series: Ideología y política (18)
Publisher: Instituto de Estudios Peruanos (IEP)
Year: 2003
Language: Spanish
Pages: 180
City: Lima
Tags: Peru; Historia del Perú; Peruvian History; Sendero Luminoso; Shining Path; Terrorismo; Conflicto armado interno; Maoísmo; SENDERO LUMINOSO/IDEOLOGÍAS POLÍTICAS/TERRORlSMO/ PRISIONES/INSTITUCIONES PENALES/MAOÍSMO/PROBLEMAS SOCIALES/PERÚ
Agradecimientos 11
l. Introducción 13
2. Tradición radical y voluntad senderista 20
La «patria criolla» en cuestión 22
En busca del partido 27
La hora de los amautas 29
La «nación aprista» y la tradición sumergida 33
De la ciudad al campo: Mariátegui el Ché y
Mao Tse-Tung 40
Ayacucho: un Yenán andino 45
Tiempo de utopía 56
3. El Frontón: de «la cuota» a la «heroicidad» 58
La voluntad encarcelada 58
Abimael versus Alan 64
Poder civil. Solución militar 67
4. Canto Grande: vitrina de la revolución triunfante 72
El poder a la vuelta de la esquina 72
Comuna roja carcelaria 75
¡Masacre! 87
5. Yanamayo: la nueva gran decisión 92
Osmán Morote 92
Del «equilibrio estratégico» a la caída de la
jefatura 97
«Acuerdistas» versus «felicianistas»: ¿guerra
prolongada o etema? 108
Gonzalo cabalga de nuevo, o el topo sigue
hozando 127
La batalla por la memoria: ¿una o varias
verdades? 130
Post-Scriptum 140
6. Epílogo 143
7. Bibliografía citada 151