El Egipto de los Faraones

Los Grandes Imperios y Civilizaciones marcan los momentos dramáticos del desarrollo de la sociedad humana. Son períodos estelares de la historia que ponen de manifiesto, con fuerza especial, el camino que el hombre ha recorrido en el tiempo. Considerar cada uno de forma aislada no ayuda a la comprensión del proceso general, ya que cada cumbre humana es hija de su pasado, así como de las tensiones producidas por su relación con otras fuerzas. Por eso es importante estudiarlas reunidas, analizando todas sus facetas. Pero no solamente los hechos bélicos o políticos y los líderes de un momento determinado; también la vida diaria, la religión y los aspectos artísticos, étnicos e incluso geológicos. Entre todos ellos, dan perfectamente la medida de un momento singular y explican por qué se convirtió en un foco. Entre las civilizaciones del Antiguo Oriente destaca por su singularidad la egipcia, creada por poblaciones de origen hamítico, a las que se superpusieron pueblos semitas procedentes de Siria y Palestina, libios venidos del oeste y nubios que descendieron Nilo abajo. Hacia la segunda mitad del cuarto milenio a.C. apareció una cultura que presentaba ya los rasgos básicos de lo que sería el Egipto histórico. A esta época inicial se le llama en Arqueología Nagada II, debido a una estación de características especiales. Surgieron entonces la escritura jeroglífica, la irrigación a gran escala y un urbanismo incipiente, los cultos primordiales y los centros de poder político que cristalizaron en dos reinos, uno en el norte y otro en el sur. ...