Pandemias y salud pública. Historias de cuarentenas y vacunaciones

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A lo largo de nuestra historia, hemos enfrentado múltiples pandemias y epidemias producidas por distintas enfermedades, como la peste bubónica, la viruela, la fiebre amarilla, el cólera, la influenza, la malaria, la polio y el sida, entre otras. Estos acontecimientos conllevaron muerte, crisis económica y estigmas sobre ciertos grupos; pero, a la par, impulsaron reformas políticas, culturales y urbanas. Así, las epidemias y pandemias funcionaron como agentes de cambio en la historia, idea que vamos a demostrar en las páginas venideras. En este texto, los lectores se encontrarán regularmente con tres términos usados en el mundo de la epidemiología: brote, epidemia y pandemia. Es importante, entonces, aclarar la diferencia entre dichos conceptos. Un brote epidémico es la aparición extendida de una enfermedad infecciosa en un lugar específico y en un momento determinado (por ejemplo, en un pueblo o un distrito, durante una semana o un mes). De otro lado, una epidemia se produce cuando el brote se dispara, en cuanto al número de casos, en un área geográfica más extensa (por ejemplo, en un país, durante dos o tres meses). Por su parte, una pandemia afecta, en cambio, a varios continentes. La covid-19, verbigracia, se diseminó por todos los continentes, por ello se habla de pandemia. Aunque son diversos los tópicos que desarrollaremos, un tema central que guiará la narración es el de las históricas limitaciones de las respuestas estatales ante las pandemias. Consideramos que un nudo que no ha podido desatarse, aun tras doscientos años de vida republicana, es el de pensar la salud pública únicamente desde un enfoque médico-biológico. Como hemos constatado con la propagación de la covid-19, esta implica mucho más que ello: se deben atender aspectos culturales y sociales, para lo cual se necesita de la experiencia 33 Introducción y las investigaciones de científicos sociales. Asimismo, supone tomar en cuenta la situación del empleo, la vivienda y la educación, lo que escapa a la labor de los galenos. La razón por la que el enfoque médico prima sobre los demás se halla en el proceso de institucionalización de la salud pública en el Perú, ocurrida hace doscientos años, la cual se dio bajo supuestos que lamentablemente, en alguna medida, siguen vigentes. De esa manera, existía la idea de que no había nada de valioso en las tradiciones sanitarias no occidentales y, por ende, antes que incorporar a actores como herbolarios o parteras, había que desterrarlos del sistema de salud. Veremos cómo el Estado ha dedicado esfuerzos y recursos para perseguir a curanderos andinos, herbolarios chinos y parteras, y no para ver la forma de integrarlos al sistema de salud. Otras limitaciones históricas que el Estado ha tenido en su accionar frente a las pandemias tienen su raíz en la institucionalización de los prejuicios de clase, raza y género. Así, nos ha tomado siglos reconocer que en el país sufrimos de una pandemia de violencia contra las mujeres y hemos hecho poco por establecer políticas de educación sexual que hubiesen podido aminorar el impacto de este grave problema social. En realidad, la covid-19 y el encierro prolongado en nuestras casas exacerbó la violencia de género en diversos países, como el Perú (Mlambo-Ngcuka, 2020). Por su parte, los prejuicios de clase han llevado a que se busquen culpables entre los sectores menos acomodados y los prejuicios raciales han hecho que las poblaciones originarias o extranjeras sean reconocidas como las responsables por las enfermedades. En este libro demostraremos que las epidemias y pandemias han sido agentes de cambio en la historia peruana. En otras palabras, si bien describiremos los efectos inmediatos de 34 Pandemias y salud pública la aparición y dispersión de una enfermedad en cuanto a la muerte y la crisis, nos concentraremos en analizar los legados que dejaron tras de sí. Ciertamente, las epidemias han derivado en la caída de imperios (la propagación de la viruela en el contexto de la conquista española fue uno de los factores que explican el fin del incanato), en reformas urbanas (las epidemias de cólera y fiebre amarilla en el siglo xix impulsaron el cuidado de las condiciones de vida urbana mediante la construcción de parques y alamedas, y la mejora en los sistemas de recojo de basura), en cambios políticos (la pandemia de la influenza española de 1918 llevó a que los Estados creen agencias nacionales e intervengan más en salud) y en cambios culturales (de esta forma se entiende la relación entre la aparición del sida y los nuevos hábitos en la vida sexual). En tal sentido, considero que ha sido un acierto dedicar el primer título de la colección Nudos de la República a la historia de las epidemias. Pues, aunque la historiografía trabaja poco el tema (por ejemplo, aun cuando la pandemia de influenza española fue largamente más mortal que la Primera Guerra Mundial, se ha escrito muchísimo más sobre el conflicto bélico), las epidemias, como las revoluciones o las guerras, deben estudiarse para comprender mejor nuestro pasado y presente. Además, el bicentenario es una ocasión perfecta para reflexionar sobre cómo se ha construido nuestro sentido de identidad nacional y, para ello, es necesario estudiar los impactos culturales de estos eventos. En esos términos, podríamos mencionar —siguiendo a Palma y Ragas (2018)— cómo, en la segunda mitad del siglo xix, algunos intelectuales limeños argumentaban que la población migrante china debía ser excluida de la nación peruana por una supuesta «inferioridad racial», la cual estaba vinculada a factores sanitarios, como su «falta de 35 Introducción higiene» y su mayor predisposición a enfermarse y contagiar dolencias como la fiebre amarilla. Estos pensadores defendieron la idea de que los migrantes europeos eran más sanos, biológicamente superiores y menos susceptibles a ciertas enfermedades; debido a ello, debían ser integrados en la nación2 . Por su lado, Cueto y De la Puente (2003) han mostrado cómo, a partir de su testimonio, una paciente con lepra, aislada en el leprosorio de la Amazonía y segregada por su comunidad por los estigmas que conllevaba su condición, reclamaba ser considerada peruana pese a la enfermedad que la aquejaba. De igual modo, en dicho relato se aprecia cómo los pacientes del leprosorio izaban la bandera y cantaban el himno nacional como muestra de su peruanidad, más allá de los maltratos y los estigmas.

Author(s): Jorge Lossio
Series: Biblioteca Bicentenario ; Colección Nudos de la República , 1
Publisher: Ministerio de Cultura del Perú (Mincul)
Year: 2021

Language: Spanish
Pages: 180
City: Lima
Tags: Peru; Epidemias y pandemias / salud pública / cuarentenas / vacunaciones / historia del Perú republicano

Palabras preliminares 9
Presentación de la colección 11
Una historia en imágenes 19
Introducción 31
1 La viruela y la vacuna antivariólica 49
2 Epidemias de fiebre amarilla y cólera en la
segunda mitad del siglo xix 65
3 El Estado y la salud pública 83
4 La malaria y la polio: la lucha por la erradicación
de las enfermedades 103
5 Del sida al ah1n1 121
6 La pandemia del coronavirus, la cuarentena
y los determinantes de la salud 139
Conclusiones 153
Bibliografía 161
Cronología 177