El Espacio Arquitectónico: Quince Lecciones sobre la Disposición del Hábitat Humano

Hans Van Der Laan no ve la arquitectura como una disciplina independiente sino más bien como un complemento indispensable de la naturaleza. Busca la reconciliación del hombre con la naturaleza sin apoyar su razonamiento en argumentos abstractos o estilos históricos o actuales. Sitúa el hombre en el gran contraste del "lleno - hueco" de la materia y el espacio, dentro de su "espacio de experiencia", articulando en armonía con su condición física, en una secuencia de tres zonas. La primera más íntima es la "cella" para las actividades a la escala y el alcance de la mano y más allá el "recinto", que corresponde a los movimientos a pie, rodeado a su vez por el "dominio" que cubre el campo visual entero. Todo se sitúa dentro del espacio natural infinito. Desglosa con toda precisión su teoría del "número plástico", un sistema estructurado en proporciones que define las medidas de todas las partes en tres dimensiones. No es un catálogo de medidas prefijadas, sino que se ajustan en cada obra mediante el "número plástico" con lo que se impregna toda la obra desde la unidad hasta las dimensiones máximas del conjunto y del terreno. Van der Laan ha realizado, aplicando su teoría, unas obras que le han colocado en un lugar muy destacado de la arquitectura contemporánea.