La cristiada

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BARCELONA. ...
Excmo. é Ilmo. Sr.: ...
PRÓLOGO. ...
9 ...
11 ...
Mas voluntario tú, mi Dios, te ofreces, ...
AL EXCMO. MARQUES DE MONTES CLAROS, ...
cionado á pobres en las primeras provisiones de este ...
LA CRISTIADA. ...
Tú, gran marques, en cuyo monte claro ...
Quiso ya el Salvador ser bautizado, ...
Muerte por ella padecer queria, ...
¡Oh buen Señor! ¡Que siempre han de ...
Así Dios, de mortal carne vestido, ...
Ilustres casas, inclitas haciendas ...
Como el juez à quien humilde clama ...
Y estando en la oracion con luz interna, ...
LIBRO SEGUNDO. ...
Estaban los magníficos porteros ...
Membruda imågen de Sanson el fuerte ...
«No se me esconde que el Profeta anciano ...
Cual de arco tieso bárbara saeta ...
LIBRO TERCERO. ...
«Pintale en otro salmo tan terrible, ...
«Un bravo Josué, que al sol, armado ...
Postróse en oracion, pidiendo al cielo ...
«Vengo á dárosle preso, yo me ofrezco; ...
«La patria y el linaje, al fin, ...
Acontece dos rios caudalosos, ...
1 ...
LIBRO CUARTO. ...
Y el otro vil que presidió al becerro ...
«Y aquestas hace ilustres maravillas, ...
Por esto aquellos bárbaros atroces ...
Simon triste responde y afligido: ...
Tal Pedro va mirándose á sí mismo, ...
La dueña, pues, del sueño recordada, ...
« Al punto debe ser apedreada ...
LIBRO QUINTO. ...
¡Oh sumo Dios, en tí mismo impasible, ...
«Parece que el aliento de su boca ...
Así dijo el filósofo elocuente, ...
Ni que en el huerto sudes, temeroso, ...
Y en él vió sapientísimos maestros, ...
Y á Cirilo, que al pérfido Nestorio ...
LIBRO SEXTO. ...
«Que si bien morirà su Hijo amado, ...
O cual en sesgo mar la nave alada ...
«Paréceme que yeo, Reina clara, ...
«Así en entrando el alma refulgente ...
Faltos de pan, lloviste pan sabroso ...
Por ti san Pedro viendo á Simon Mago ...
«Mas como para ungir el cuerpo santo, ...
<< Mas no perseverad, los mis cabellos, ...
«Y cuántas le dirás que la herida ...
LIBRO SEPTIMO. ...
«¡Qué de veces tambien de noche acaso, ...
«¿Quién podrá los inmensos resplandores ...
Y å Nestorio, que en Cristo dos supuestos, ...
¡Oh musa! que el temor de Dios inspiras ...
Los ricos y golosos avarientos, ...
Retumbó el cielo cóncavo al sonido ...
LIBRO OCTAVO. ...
«Ya me parece que arrogante habla, ...
Los ángeles, que á Dios desnudo vieron, ...
«Y por el hombre, por el hombre fiero...
Dijo; mas los verdugos carniceros ...
«Señor, cantó Miguel, Señor, escucha ...
«Y á Cecilia contempla cuidadosa ...
Y el prior de Tolosa, Malcaserio, ...
LIBRO NONO. ...
་ ...
«Vidolas, y de verlas afrentado, ...
Corrian de la frente venerable ...
Que en estas puntas el amor divino ...
Y como estaba, quiso al pueblo rudo ...
«Y no te mueva su hablar suave ...
«No hallo causa en él, » dice Pilato...
LIBRO DÉCIMO. ...
Este monstruo feroz sin alma vive, ...
Y ni de Tito el grave mandamiento, ...
Y de Sion la noble fortaleza, ...
«Y Pedro y Jnan, aquel perfecto amante ...
«Y estando en ella y él arrebatados, ...
«Y donde nace el sol y donde muere, ...
«Oh qué gozo tendrás, qué regocijo, ...
LIBRO UNDECIMO. ...
Y el uno la parábola piadosa ...
«Aquellos ganchos romperán agudos ...
« Vén; que en tí hallarán los pecadores ...
Por ella permitió á los fariseos ...
Ya en el pretorio con rigor desnudo, ...
Esto el divino Verbo conocia, ...
Bruno tambien su cruz enarbolaba ...
«El que le mira tal y así le aflige ...
1 ...
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LIBRO DUODECIMO. ...
Mas ¿por qué oh buen Jesus! morir quisiste ...
Y allí el tremendo y hórrido tridente ...
¡Esponja de vinagre à Dios, que muere, ...
Cual repentino y espantoso trueno ...
Y blandiendo una gruesa y dura lanza ...